Abogado javeriano y heredero de una dinastía política del Caribe, Name alcanzó la presidencia del Senado en 2023 como ficha del Partido Alianza Verde. Su mandato estuvo marcado por su habilidad para tejer alianzas con sectores opositores y su ambigüedad frente a las reformas del Ejecutivo.
En mayo de 2025, su carrera dio un giro dramático: la Corte Suprema ordenó su detención, acusándolo de recibir millonarios sobornos desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), presuntamente para impulsar reformas clave del gobierno. Las acusaciones lo ubican en el centro de una red de favores y pagos ilegales, con supuestos vínculos que llegan hasta el corazón de su círculo familiar.
Una familia con poder
El apellido Name pesa en la política costeña. Iván es sobrino del fallecido senador José David Name Terán y primo del también senador José David Name, involucrado en señalamientos por nexos con estructuras armadas ilegales. Su red familiar incluye a su esposa, María Clara Ramírez, exconcejal de Bogotá; su hija, María Clara Name, hoy concejal capitalina; y su hermano Darío, exconcejal bogotano en los años 90. Otros miembros de la familia han ocupado contratos y cargos públicos, lo que refuerza la percepción de una maquinaria política bien aceitada.
Según declaraciones judiciales, parte del dinero recibido por Name habría terminado financiando campañas electorales de sus allegados, incluida la de su hija. Ella ha negado estar involucrada. El hijo del senador, Iván Name Jr., ha sonado como su heredero político. Su sobrino Fahid, por su parte, firmó contratos con el Estado por más de 400 millones de pesos en solo dos años.
Ascenso y caída en el Congreso
Name fue electo presidente del Senado en julio de 2023, tras una votación en la que derrotó a Angélica Lozano, candidata de su mismo partido respaldada por el gobierno. Su elección se dio con el apoyo de partidos tradicionales como el Liberal y La U, lo que ya hacía prever una relación tensa con la administración de Petro. Aunque lideró debates sobre las reformas sociales del gobierno, su papel fue más el de un árbitro que el de un aliado: se ausentó de sesiones clave, aplazó votaciones y se distanció del Ejecutivo en momentos críticos.
Las dudas sobre su papel en el caso UNGRD comenzaron a rondarlo desde mediados de 2024. Los testimonios de Sneyder Pinilla y Olmedo López lo mencionaban como beneficiario de pagos en efectivo —entre 3.000 y 4.000 millones de pesos— entregados por la exconsejera presidencial Sandra Ortiz. Name lo negó todo, pero las investigaciones avanzaron. En mayo de 2025, la Corte Suprema ordenó su detención por los delitos de peculado por apropiación y cohecho.
Una sombra judicial cada vez más larga
No es la primera vez que Iván Name enfrenta líos judiciales. En 2022, el Consejo de Estado anuló su elección como segundo vicepresidente del Senado por vicios de procedimiento. Un año más tarde, la Corte Suprema inició una serie de investigaciones en su contra, no solo por el escándalo de la UNGRD, sino también por supuestos vínculos con bandas criminales como Los Rastrojos Costeños, y hasta por la presunta autoría intelectual de un asesinato político. También se le investiga por haber ofrecido supuestas inversiones a comunidades del Chocó a cambio de votos.
De virajes políticos y reformas estancadas
Antes de llegar al Senado, Name fue diputado, concejal y representante a la Cámara. Militó en el Partido Liberal y fundó su propio movimiento, Viraje Social. Se sumó a la Alianza Verde en 2010, donde coexistió con sectores alternativos liderados por figuras como Antanas Mockus, aunque su estilo —más cercano al clientelismo tradicional— lo mantuvo en una zona gris del progresismo.
En el Congreso promovió propuestas sobre descentralización, autonomía regional y transparencia, pero sus resultados fueron discretos. En 2024, suspendió por tres horas el suministro de agua en el Capitolio como símbolo ante la crisis de los embalses de Bogotá, una acción más simbólica que transformadora. Su votación en 2022 fue una de las más bajas de su bancada.
Hoy, mientras enfrenta su mayor crisis política y judicial, Iván Name encarna la contradicción de una figura que supo jugar con habilidad dentro del sistema, pero que terminó devorado por el mismo.