En medio de un contexto nacional complejo, el mandatario sube cinco puntos en aprobación, pasando del 32 % al 37 %, mientras que su desaprobación cae del 63 % al 57 %.
Aunque el país sigue enfrentando desafíos, este repunte indica que cada vez más ciudadanos están reconociendo los esfuerzos del Gobierno en temas como la paz, la justicia social y las reformas estructurales. El cambio en la percepción pública podría reflejar una mayor comprensión del rumbo que propone Petro y del impacto de sus políticas en las regiones.
Eso sí, persisten debates en torno a su visión política: un 66 % cree que podría buscar la reelección, y un 65 % considera que estaría interesado en cambiar la Constitución. Pero más allá de las especulaciones, lo cierto es que el presidente ha sido claro en reiterar que su gobierno está comprometido con el cumplimiento de la Constitución vigente y con la transformación del país desde lo institucional.
Petro empieza a recuperar terreno y, con ello, parte del respaldo ciudadano que lo llevó a la presidencia. La conversación ahora gira en torno a si logrará consolidar su agenda en lo que resta del mandato.