Desde Shanghái, donde cumple agenda oficial, el presidente Gustavo Petro no se contuvo frente al revés legislativo que sufrió su consulta popular. Apenas unas horas después de que el Senado enterrara la propuesta —con 49 votos en contra y 47 a favor—, el mandatario acusó al presidente del Congreso, Efraín Cepeda, de sabotear la iniciativa y pidió públicamente que la Corte Suprema investigue a la mesa directiva del Senado.
Aunque los detalles de la supuesta irregularidad no fueron expuestos, el mensaje de Petro dejó clara su intención: responsabilizar al Congreso, y en particular al Partido Conservador, por bloquear una herramienta que el Gobierno considera fundamental para legitimar su proyecto de cambio.
La consulta popular era un intento del Ejecutivo por activar un mecanismo de participación ciudadana que permitiera, a través del voto, impulsar temas sociales del programa de gobierno —especialmente ante la parálisis legislativa que han enfrentado varias de sus reformas estructurales. En teoría, una vía para consultar directamente al pueblo cuando no hay mayorías en el Congreso. En la práctica, fue vista por sectores políticos como un atajo para eludir los consensos que no se han logrado construir desde la Casa de Nariño.
La votación, ajustada pero desfavorable, reflejó las fracturas dentro del Congreso y el desgaste del Gobierno en su relación con las bancadas. Incluso entre sectores afines, hubo dudas sobre la pertinencia y el contenido de la consulta.
Petro dirigió sus críticas especialmente a Efraín Cepeda, jefe conservador y actual presidente del Senado. El presidente sostiene que hubo maniobras desde la mesa directiva para hundir la votación, aunque Cepeda ha mantenido silencio público. Cercanos al senador aseguran que el trámite cumplió con lo estipulado y que el resultado simplemente refleja la falta de mayorías del Gobierno.
Cepeda, con más de tres décadas de carrera política, ha mantenido un perfil institucional, pero también ha sido una ficha clave en frenar los impulsos más disruptivos del Gobierno desde el Congreso. Esta vez no fue la excepción.
Desde el Pacto Histórico ya se habla de acciones legales ante la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Alegan vicios de trámite y desconocimiento del procedimiento. Pero más allá de los caminos judiciales, el trasfondo es político: la consulta era una carta de presión al Congreso, y su hundimiento representa un golpe simbólico a la narrativa de que el pueblo apoya sin fisuras al presidente.
El episodio, además, pone en evidencia el desgaste de Petro con el Legislativo. A casi dos años de mandato, las reformas no avanzan y los puentes con los partidos tradicionales están rotos. Sin mayorías claras ni coaliciones estables, el Gobierno se enfrenta a un Congreso cada vez más escéptico y a un escenario donde la confrontación se vuelve el camino por defecto.
Petro tiene dos opciones: redoblar su apuesta por la calle, fortaleciendo su conexión directa con la ciudadanía y moviendo su agenda por vías no legislativas; o intentar reconstruir puentes en el Congreso, algo que, hasta ahora, ha sido esquivo. La primera opción lo acerca al modelo de confrontación permanente; la segunda exige ceder, negociar y transar.
Lo cierto es que, con este nuevo pulso, el choque entre ramas del poder se intensifica. Y el Congreso, lejos de ser una simple piedra en el zapato, se consolida como el principal contrapeso del Ejecutivo en un periodo que prometía reformas profundas, pero que se debate entre la polarización, la desconfianza institucional y la falta de resultados.
22 de abril de 2024
El presidente Gustavo Petro anuncia públicamente su intención de convocar una consulta popular para impulsar temas clave de su agenda de Gobierno, como la reforma agraria, la reforma laboral y el cambio del modelo económico. Argumenta que el Congreso ha bloqueado sistemáticamente sus reformas.
1 de mayo de 2024
Durante las marchas del Día del Trabajo, Petro reitera la necesidad de que “el pueblo decida” sobre las reformas estructurales. Sus aliados en el Congreso anuncian que radicarán la propuesta para iniciar el trámite legislativo que permita convocar la consulta.
8 de mayo de 2024
El proyecto de convocatoria a consulta popular es radicado en el Senado. La iniciativa busca preguntar a los colombianos si respaldan un conjunto de medidas sociales contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo.
13 de mayo de 2024
La iniciativa es agendada para votación. En medio de tensiones, la mesa directiva del Senado confirma que se votará el 14 de mayo. La oposición denuncia falta de claridad sobre el contenido de las preguntas.
14 de mayo de 2024
El Senado vota la iniciativa. El resultado: 49 votos en contra, 47 a favor. La propuesta es archivada por no alcanzar la mayoría absoluta. El presidente Petro, desde China, responde con duras críticas a la mesa directiva del Congreso.
15 de mayo de 2024
El Gobierno anuncia que interpondrá acciones legales contra la mesa directiva del Senado, alegando posibles vicios de trámite. Petro exige públicamente que la Corte Suprema investigue a Efraín Cepeda.
Cargo: Presidente de la República
Rol en la coyuntura: Impulsor de la consulta popular como herramienta para sortear bloqueos en el Congreso. Utiliza su investidura para presionar públicamente a otras ramas del poder. Enmarca la derrota legislativa como una confrontación entre él (y el pueblo) vs. el establecimiento político.
Cargo: Presidente del Senado (Partido Conservador)
Rol en la coyuntura: Autoridad máxima del Congreso durante la votación. Acusado por Petro de obstrucción. Ha mantenido una postura institucional, pero su partido ha sido uno de los principales opositores del Gobierno. Tiene experiencia política y maneja con habilidad los tiempos parlamentarios.
Cargo: Ex presidente del Senado, ex aliado de Petro
Relevancia: Aunque ya no es protagonista directo, su figura ayuda a entender la diferencia entre el Congreso al inicio del gobierno Petro (cuando tenía más control político) y el actual, mucho más adverso al Ejecutivo.
Rol: Fuerza política del Gobierno. Intentaron empujar la consulta en el Congreso, pero no lograron alinear votos suficientes, incluso dentro de bloques “independientes”.
Posible rol futuro: Petro ha solicitado que investigue a la mesa directiva del Senado. Esto plantea un escenario de judicialización de un conflicto político, algo recurrente en los últimos gobiernos.