El expresidente Evo Morales oficializó la creación de su nuevo partido político, Evo Pueblo, con el que busca regresar a la contienda electoral y disputar el poder al actual mandatario, Luis Arce. El anuncio se realizó tras un congreso de tres días en Villa Tunari, Cochabamba, donde delegados de los nueve departamentos definieron la estructura de la nueva organización.
Morales informó que Evo Pueblo ya cuenta con sigla, colores, estatutos y una visión de país. “Vamos a ganar las elecciones nacionales, por eso nos tienen tanto miedo”, declaró el lunes al clausurar el evento ante cientos de simpatizantes.
Con esta movida, Morales consuma su ruptura con el Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido que fundó y lideró durante más de dos décadas. A finales de febrero, renunció a su militancia tras perder el control de la organización en manos de una nueva dirección cercana a Arce, avalada por el Tribunal Constitucional.
Además, el mismo tribunal lo declaró inelegible para postularse nuevamente a la presidencia, al ratificar la prohibición de ejercer más de dos mandatos consecutivos. Aun así, Morales pretende presentarse en las elecciones del próximo 17 de agosto, respaldado inicialmente por el pequeño Frente para la Victoria, sin representación parlamentaria.
El nuevo partido aún debe completar su proceso de legalización ante el Órgano Electoral Plurinacional, que incluye reunir al menos 109.500 firmas, equivalentes al 1,5 % del padrón electoral boliviano. Morales aseguró que ese trámite comenzará de inmediato.
Según el expresidente, Evo Pueblo representa la “refundación del instrumento político del pueblo” y tiene como misión “salvar, otra vez, a la patria”.
Morales también enfrenta una orden de arresto por una denuncia de trata de una menor, aunque permanece atrincherado en su bastión político de Villa Tunari. Las autoridades no han ejecutado la orden, en un intento por evitar confrontaciones con sus seguidores.
En este nuevo capítulo, Evo Morales buscará reconstruir su influencia política desde afuera del MAS, con un movimiento que lleva su nombre y aspira a volver a la presidencia, desafiando tanto al sistema legal como a su antiguo partido.