El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil elegirá nuevas autoridades el próximo 6 de junio, en unos comicios internos que marcarán el fin del ciclo de Gleisi Hoffmann como presidenta, tras ocho años al frente de la organización. Cuatro figuras disputan el liderazgo del histórico partido, en un contexto marcado por tensiones ideológicas y debates sobre el rumbo político del gobierno de Lula da Silva.
Entre los postulantes se encuentran el exjefe de campaña de Lula y alcalde de Araraquara, Edinho Silva; el actual vicepresidente del PT, Washington Quaquá; el diputado y expresidente del partido, Rui Falcão; y el académico e histórico dirigente del partido, Valter Pomar.
En conversación con LPO, Pomar afirmó que su candidatura representa una visión crítica y autónoma dentro del PT. “No tenemos que ser sumisos. Hay que empujar al gobierno desde abajo y desde afuera”, sostuvo.
Pomar advierte que las elecciones internas no solo renovarán liderazgos, sino que definirán el rumbo del partido. “En las actuales circunstancias regionales y globales, lo que el PT haga o deje de hacer es de enorme importancia”, señaló.
Criticó la postura de sectores internos ante temas como la política económica, el rol de las Fuerzas Armadas, la reforma agraria y la posición frente a los procesos electorales en Venezuela y Ecuador. “Hay diferencias al interior del PT que reflejan disputas de fondo sobre el proyecto de país”, indicó.
Pomar planteó que dentro del partido conviven distintas corrientes: una orientación social-liberal, que asocia con Edinho Silva, enfocada en la conciliación con el agrobusiness y el capital financiero; una línea populista de derecha, representada por Quaquá, y posiciones más críticas y socialistas como la suya.
“El PT necesita tener autonomía frente a los gobiernos que elegimos. Edinho ya demostró que su lógica es la sumisión total. Nosotros debemos defender nuestro gobierno, sí, pero también cuestionarlo. Si no lo hacemos nosotros, lo hará la derecha y el gobierno girará al centro”, advirtió.
Pomar también apuntó a la desconexión del PT con su base histórica: “En las elecciones de 2022, la mayoría de la clase trabajadora no votó por nosotros. Y menos aún está organizada sindicalmente. La derecha ha ganado terreno en esos sectores. Esto hay que revertirlo”.
En su análisis estratégico, Pomar alertó sobre la magnitud de la crisis que enfrenta el mundo desde 2008. “Vivimos una crisis sistémica: ambiental, económica, social, política, militar, ideológica. Dependiendo de la respuesta que demos, Brasil puede tener un gran pasado por delante”, ironizó.
Y concluyó con una visión esperanzadora: “La ventana está abierta, pero el tiempo se acaba. Si el PT toma la decisión correcta, podemos construir un futuro de soberanía, bienestar, democracia y socialismo para el pueblo brasileño”.