A pocos días del balotaje presidencial en Ecuador, un grupo de 14 congresistas del Partido Demócrata, encabezado por Alexandria Ocasio-Cortez, envió una carta al Secretario de Estado, Marco Rubio, expresando su preocupación por la transparencia del proceso electoral del próximo domingo 13 de abril.
“Instamos a usted y a otros altos funcionarios del Departamento de Estado a que apoyen el proceso democrático en Ecuador y se opongan a todos los esfuerzos por socavar las próximas elecciones”, señala la misiva, que también fue firmada por figuras como Greg Casar, Jesús “Chuy” García y Rashida Tlaib.
Los legisladores demócratas argumentan que el actual presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha violado normas electorales al no solicitar licencia temporal durante el periodo de campaña, lo cual —según la oposición liderada por Luisa González y el correísmo— afectó la equidad del proceso.
También hicieron referencia a denuncias de irregularidades en la primera vuelta, celebrada el 9 de febrero, en la que González superó a Noboa por cinco puntos. Aunque misiones de observación avalaron el proceso como transparente, el partido de Rafael Correa aseguró que hubo irregularidades en el voto del exterior.
La carta también advierte que, en caso de que se comprueben violaciones a los derechos humanos o irregularidades democráticas, el Congreso de EE.UU. debería revisar la asistencia en materia de seguridad que recibe Ecuador, bajo las condiciones de la Ley Leahy, que prohíbe apoyar a fuerzas de seguridad extranjeras involucradas en abusos.
Actualmente, Ecuador recibe ayuda militar de Washington, especialmente para interceptar ‘narcolanchas’ y combatir el narcotráfico, que ha convertido al país en un nuevo centro de operaciones para cárteles internacionales, en medio de una profunda crisis de seguridad.
La tensión entre sectores del Partido Demócrata y el gobierno de Noboa también tiene un componente político. El mandatario ecuatoriano participó recientemente en una cena en la mansión de Donald Trump en Mar-a-Lago, por la que, según reportes de prensa, su gobierno habría pagado USD 165.000 a la firma Mercury Public Affairs para gestionar el acceso al evento. A diferencia del presidente argentino Javier Milei, Noboa sí logró fotografiarse con el expresidente republicano.
Noboa busca consolidarse como un aliado regional clave para Washington, junto con Milei y Nayib Bukele en El Salvador. Como símbolo de ese alineamiento, estuvo presente en primera fila durante la investidura de Trump el pasado 20 de enero.
De cara a la segunda vuelta, las encuestas más recientes otorgan ventaja a Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana, por casi seis puntos. Desde su entorno, aseguran que “hay mucha confianza” y creen que “la victoria es muy probable”.
La votación del domingo se perfila como una de las más tensas en la historia reciente del país, con múltiples advertencias sobre la necesidad de garantizar la integridad del proceso electoral y el respeto a la voluntad popular.